Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío

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Del Diario de Santa Faustina Kowalska

«Oh, cuánto Me duele que muy rara vez las almas se unan a Mí en la Santa Comunión. Espero a las almas y ellas son indiferentes a Mí. Las amo con tanta ternura y sinceridad y ellas desconfían de Mí. Deseo colmarlas de gracias y ellas no quieren aceptarlas. Me tratan como una cosa muerta, mientras que Mi Corazón está lleno de Amor y Misericordia»

(Diario 1447).

«Oh Herida de la Misericordia, Corazón de Jesús, escóndeme en tu profundidad como una gotita de Tu propia sangre y no me dejes escapar de ella por la eternidad. Guárdame en tus profundidades y Tú mismo enséñame a amarte. Oh amor eterno, Tú Mismo modela mi alma para que sea capaz de corresponder a Tu amor. Oh Amor vivo, hazme capaz de amarte eternamente. Quiero corresponder a Tu amor por la eternidad. Oh Cristo, una mirada Tuya tiene para mí más valor que miles de mundos, que el cielo entero. Tú, Señor, puedes hacer que mi alma sepa comprenderte en toda la plenitud, conocer cómo eres. Yo sé y creo que Tú lo puedes todo; si te has dignado darme a mí con tanta generosidad, sé que puedes ser todavía más generoso; introdúceme en una intimidad Contigo hasta donde pueda ser introducida la naturaleza humana…»

(Diario 1631)