El sábado siguiente al Corazón de Jesús se celebra la memoria libre del Inmaculado Corazón de la Virgen María. La celebración tiene carácter universal desde Pío XII , quien en 1942, en el XXV aniversario de Fátima, consagró el mundo a este Corazón Inmaculado de la Virgen. – Ntra. Sra. de Fátima es presentada en el Carmelo de Coimbra mostrando el Corazón que lleva un cerco de espinas.
Para cantar a este Corazón lo contemplamos, ante todo, como corazón Inmaculado, lleno de hermosura por la vinculación que lo une a la beatísima Trinidad, según el sentir de la Iglesia.
Vemos que este Corazón es el Paraíso en esta tierra y que la Iglesia fue plantada en este huerto.
Evocamos el Evangelio de esta memoria (Lc 2,41-51), el cual termina así: “Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. Él bajó con ellos a Nazaret. Su madre conservaba todo esto en su corazón”. ¡Misterio del corazón de María en sus días terrestres! No comprendieron…, pero la vida seguía en el quehacer cotidiano… y todo aquello era el misterio recogido en el sabio corazón: en fe y en abandono y en silencio.
Este es el corazón libre de engaño, el corazón fiel de María, de la Madre del Amor hermoso y de la santa esperanza y la alegría.
Bendito el Corazón Inmaculado
que Dios Padre creó para María,
que Dios Hijo reservó para su Madre,
que el Ósculo de Amor de Padre e Hijo
besándolo sació de paz divina.
Bendito el paraíso de la tierra,
jardín de Edén con Árbol de la vida;
la Iglesia fue plantada en este huerto
en vientre de mujer, fecunda Virgen,
en quien el Germen santo fructifica.
Bendito el Corazón que conservaba
aquello que el saber no comprendía,
y en fe y en abandono y en silencio,
dejando obrar a Dios, se hacía sabio
con otra celestial sabiduría.
Bendito el Corazón libre de engaño,
que fue del todo fiel todos los días,
¡oh Virgen de prudencia y de firmeza,
oh Madre del Amor el más hermoso,
oh Fuente de esperanza y de alegría!
¡Excelsa Trinidad por quien se nombra
el don del corazón de la Bendita,
oh Padre, oh Verbo, oh Espíritu divino,
las gracias y alabanzas y las súplicas
la Iglesia santa dice con María! Amén.
Cuando Jesús le muestra el Corazón de María a Lucía de Fátima…
El 10 de diciembre de 1925, la Santísima Virgen se apareció a Lucía de Fátima, y junto a ella, suspendido, en una nube de luz, el Niño Jesús. La Santísima Virgen le puso la mano en el hombro a Lucía y le mostró al mismo tiempo, un Corazón rodeado de espinas que sostenía en la otra mano. Mientras el Niño Jesús decía:
«Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre, cubierto de espinas que los hombres ingratos le clavan a cada momento, y nadie hace un acto de reparación para suprimirlos.» Luego la Santísima Virgen dijo:
«Mira, hija mía, mi Corazón rodeado de espinas, que los hombres ingratos le clavan a cada momento con sus blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y di que a todos aquellos que durante cinco meses, se confiesen el primer sábado de mes, reciban la Sagrada Comunión, reciten el Rosario, y me hagan compañía durante quince minutos mientras meditan los quince misterios del Rosario, con la intención de reparar, yo me comprometo en asistirlos a la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación de su alma»