La Pascua junto a María Santísima

En los relatos evangélicos de la resurrección de Cristo, la Virgen María no tiene aparentemente ningún protagonismo.

Pero qué difícil pensar que quien tuvo un papel fundamental en el momento de la cruz como corredentora, no lo tenga también en el momento de la resurrección.

¡Cómo debió vivir la Virgen María el aparente silencio de Dios Padre cuando su hijo Jesús es crucificado en el Calvario!

Resonarían en su mente y en su corazón las palabras que le dijo el anciano Simeón: Mira, este niño será signo de contradicción, y a ti, una espada atravesará tu alma.

María fue testigo de los eventos de la pasión. Ella estuvo de pie al lado de la cruz, no se dobló ante el dolor, sino que su fe la fortaleció. Y en su corazón desgarrado de madre permaneció siempre encendida la llama de la esperanza: Dios no podía dejar abandonado a su hijo Jesús, aunque su muerte es lo que parecía transmitir. De hecho, muchos de sus discípulos vivieron la muerte del Maestro como un fracaso: ¿dónde estaban Pedro y los demás apóstoles? ¿Por qué abandonaron Jerusalén y se fueron camino de Emaús dos de sus discípulos?

Pero María, en cambio, se mantuvo firme en su esperanza, confiaba plenamente que Dios rompería su silencio. Y aunque no aparece reflejado en los Evangelios, ¿por qué no imaginar que ella fue la primera testigo de la resurrección de Jesús de entre los muertos? Ella experimento el grito de Dios, el Sí que suponía la resurrección: ¡la vida ha vencido la muerte! ¡La misericordia y el amor han vencido sobre el mal!

La Buena Noticia de la resurrección de Cristo comenzaba así su andadura, iniciando un viaje a través de la historia de la humanidad, que abre un nuevo y maravilloso horizonte.

Y María es la primera en beneficiarse de esta nueva vida, que está alimentada por la fe y la esperanza.

¡Las necesitamos tanto!

Si Cristo ha resucitado, podemos mirar con ojos y corazón nuevos todo evento de nuestra vida, también los más negativos. Los momentos de oscuridad, de fracaso y también de pecado pueden transformarse y anunciar un camino nuevo. Cuando hemos tocado el fondo de nuestra miseria y de nuestra debilidad, Cristo resucitado nos da la fuerza para volvernos a levantar, convierte nuestras dificultades en oportunidades para crecer.

Pidámosle a María que nos ayude también a nosotros a acoger en plenitud el anuncio pascual de la resurrección, para encarnarlo en lo concreto de nuestra vida cotidiana. Que la Virgen María nos done la certeza de fe, para que cada paso sufrido de nuestro camino, iluminado por la luz de la Pascua, sea bendición y alegría para nosotros y para los demás, en especial para los que más sufren. Amén

Que la Virgen Santísima los cuide

Bendiciones

+ José Luis

Renovación de votos de las hermanas Aurora y Gema

En el día de ayer, viernes 2 de febrero, las hermanas Aurora y Gema, pertenecientes al Instituto María Del Buen Amor, Fundación OPSME, renovaron sus votos de Obediencia, pobreza y castidad. Lo hicieron en una ceremonia llena de piedad y recogimiento, acompañadas por la feligresía y por integrantes de la Obra. La ceremonia fue presidía por el padre José Luis y acompañaron Monseñor Alejandro, Monseñor Miguel Maldonado, Mons.Pablo Salinas.

A todos muchas gracias

Dios los bendiga abundantemente.

Que María del Buen Amor los cuide.

+ José Luis

 

 

 

 

Comentario del Evangelio Marcos 1,1-8. II domingo de Adviento

San Marcos comienza su Evangelio hablándonos del anuncio de san Juan Bautista.

Él es el mensajero del que nos habló el profeta Isaías, el que proclama en el desierto la venida del Salvador, y el que ayuda al pueblo a prepararse para tal acontecimiento.
Así es, san Juan Bautista ofrece al pueblo un purificador bautismo de arrepentimiento y conversión interior, para que todos los que lo deseen puedan vivir el Reino de Dios.
Quizá hoy también podemos decir que «tiene que volver Elías», como esperaban los judíos, o que hace falta un nuevo «precursor» que prepare el camino al Evangelio. Tú puedes ser ese mensajero.

El Adviento va avanzando. Como siempre, cuatro semanas parecen mucho, pero pasan rápido. Esperamos la venida del Salvador. Sabemos que la próxima venida será permanente. Pero Él está viniendo, y llegando sin cesar. Y no es ya el Señor solo, sino el Señor en su Reino. El Reino es el que viene, y viene cada día, ayudado por cada uno de nuestros pequeños gestos, por los latidos de nuestra esperanza comprometida con el Reino.

Pidamos a la Virgen Santísima, que nos ayude a vivir el Evangelio y ser precursores de Cristo en el lugar por el que debemos caminar, amén.

+JOSE LUIS
OPSME

8 de diciembre. Solemnidad de la Inmaculada Concepción

El Señor irrumpe en la vida de María Santísima y desde ese momento comienza una vida llena de gracias.

Será Madre, será una mujer llena de gracia de Dios, será la que canta con alegría las grandezas de Dios, será servidora, será la que diga: “Señor hágase en mí, según tu palabra”

María es la única criatura humana sin pecado de la historia. Está con nosotros en la lucha, es nuestra madre, y a nosotros que mucho nos cuesta elegir muchas veces lo bueno, y somos tentados, los invito a encomendarnos a Ella, que hermanos, todo lo puede, pues todo lo consigue de su Hijo amado del cielo.

Confiemos en María Santísima, y hoy 8 de diciembre, día que celebramos el día de la Inmaculada Concepción, entreguemos nuestro corazón y nuestra vida a Ella, que sea con confianza, con esperanza, virtudes que María vivió sin desesperar, unida siempre a Dios, así naceremos nuevamente para ser de Dios y para Dios.

Miremos a María del Buen Amor, Ella, atenta a las necesidades de sus hijos, mirando y pasando junto a cada uno de nosotros, nos acaricia el corazón, nos lava la vida, porque quiere vernos sin dolor, sin penas, sanos y con un corazón lleno de esperanza en Dios que viene a la vida de cada uno para darnos el verdadero amor que tanto anhelamos. Amén

Que la Virgen Santísima los cuide
Bendiciones
+José Luis
FOPSME

Imagen de la SV María del Buen Amor
Preside la Fundación OPSME

Comentario del Evangelio Mateo 8,5-11 Lunes 4 de diciembre 

«………Señor, mi sirviente está en casa enfermo de parálisis y sufre terriblemente». Jesús le dijo: «Yo mismo iré a curarlo». Pero el centurión respondió: «Señor, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará………»

Hermanos queridos el camino que comenzamos estos días es el camino del pueblo de Dios hacia la Navidad.

Y caminamos al encuentro del Señor…

En el período de Adviento caminamos para encontrarlo. Encontrarlo con el corazón, con la vida; encontrarlo vivo, como Él es; encontrarlo con fe.

En verdad, no es fácil vivir con fe, vemos el episodio del centurión que, según el relato del Evangelio, se postra ante Jesús para pedirle que cure a su siervo.

El Señor, en la palabra que hemos escuchado, se maravilló de este centurión. Se maravilló de la fe que tenía.

Había hecho un camino para encontrar al Señor. Pero lo había hecho con fe. Por ello no solo encontró al Señor, sino que sintió la alegría de haber sido encontrado por el Él. Amén

Que la Virgen Santísima los cuide

Bendiciones 🙏🙏🙏

+ José Luis

María de la Medalla Milagrosa

Celebramos hoy el día de la Virgen de la Medalla Milagrosa.

En la tarde del 27 de Noviembre de 1830, baja del Cielo la Santísima Virgen para manifestarse a Santa Catalina Labouré. De pie entre resplandores de gloria, tiene en sus manos una pequeña esfera y aparece en actitud extática, como de profunda oración. Después, sin dejar de apretar la esfera contra su pecho, mira a Sor Catalina para decirle: «Esta esfera representa al mundo entero y a cada persona en particular». También le pidió acuñar una medalla según el modelo que tenía a su vista y prometió grandes favores y a quienes la llevaran con devoción.

Como el hijo pequeño en brazos de su madre, así estamos nosotros en el regazo de María, muy junto a su Corazón Inmaculada.

¿Podría encontrarse un sitio más seguro? Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti.. Amén 🙏

Jesucristo Rey del Universo

La enseñanza de Jesús que escuchamos en este pasaje del Evangelio es muy consoladora ante las situaciones de injusticia personal y social que abundan en la sociedad en que vivimos.

En efecto, somos testigos de una lucha diaria entre el bien y el mal. A veces nos puede parecer que en el mundo se imponen los que tienen más fuerza y más medios para oprimir a los demás, pero Jesús deja claro que el mal no tiene la última palabra.

Dios nos ama a todos y es justo y triunfará la justicia.

“Frente a Cristo, que es la Verdad, será puesta al desnudo definitivamente la verdad de la relación de cada hombre con Dios -nos recuerda el Catecismo-. El Juicio final revelará hasta sus últimas consecuencias lo que cada uno haya hecho de bien o haya dejado de hacer durante su vida terrena”. Unos serán condenados y otros serán salvados.

Hay unas palabras de la primera carta de san Juan: “Quien no ama permanece en la muerte. Señor nos advierte de que estaremos separados de Él si omitimos socorrer las necesidades graves de los pobres y de los pequeños que son sus hermanos.”

El Hijo del hombre se identifica en el momento del juicio con los hambrientos y los sedientos, con los forasteros, los desnudos, los enfermos y los encarcelados, con todos los que sufren en este mundo, y considera el comportamiento que se ha tenido con ellos como si se hubiera tenido con Él mismo.

El Juez universal será el mismo que padeció todo esto, y tiene bien experimentado cuánto duele el desprecio presuntuoso del que sólo va a lo suyo, y cuánto consuela el amor de las personas generosas que no pasan de largo ante las necesidades de los hermanos.

Jesús es el centro de la historia: no solo la de la humanidad en su totalidad, sino también la de cada persona individualmente. Incluso cuando parece que todo está perdido, siempre cabe dirigirse al Señor, como hizo el bueno ladrón.

En este día, que celebramos esta Solemnidad miremos a Jesús, y desde el corazón, pero en silencio, digamos:

“Acuérdate de mí, Señor, ahora que estás en tu Reino. Jesús, porque yo quiero ser bueno, soy un gran pecador, acuérdate de mí, Tu que estás en el cielo. Amén

Que la Virgen Santísima los cuide

+JOSE LUIS OPSME

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21 de noviembre. Presentación de la Virgen Santísima en el templo.

La memoria de la Presentación de la Virgen María conmemora uno de los “misterios” de la vida de quien fue elegida por Dios como Madre de su Hijo y como Madre de toda la Iglesia.

En esta Presentación de María se alude también a la presentación de Cristo y de todos los cristianos al Padre Dios.

María, la eterna enamorada de Dios!

María era una mujer enamorada de Dios. Era una mujer de oración, que tenía una conversación permanente y una comunión íntima con Dios.

Entender y vivir la vida de oración de María ayuda a vivir una vida de amor rendido al Plan supremo de Dios en cada vida.

La fiesta de la Presentación de María es una oportunidad para elegir rendirse a Dios y así participar en su plan para toda la humanidad. Amén

Que la Virgen Santísima los cuide
BENDICIONES 🙏🙏🙏
+ José Luis

Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora» (v. 13)

Comentario del Evangelio Mateo 25,1-13.

Jesús en el Evangelio nos Dice así: «Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora» (v. 13).

Con esta parábola nos dice que velar no significa solamente no dormir, sino estar preparados…

Aquí está, por lo tanto, el significado de ser sabios y prudentes.

Hermanos queridos se trata de no esperar al último momento de nuestra vida para colaborar con la gracia de Dios, sino de hacerlo ya, ahora. Sin demoras!.

Amemos a Dios. Amemos a nuestros hermanos!

Dios nos ama profundamente!

Dios quiere salvarnos a todos!

Que la Virgen Santísima los cuide

Bendiciones 🙏🙏🙏

+ José Luis

FOPSME

Algunas fotos del día ayer Sábado.

Gracias padre Pablo Salinas por compartir y participar de las actividades de la Fundación Obra Pequeños Servidores De La Misericordia Eucaristica .

Siempre sos bienvenido 🙂

Del santo Evangelio según san Mateo 23, 1-12 Evangelio del domingo 5 de noviembre «Que el mayor entre ustedes sea su servidor»

Decía san Francisco a sus hermanos: Predicad siempre el Evangelio y, si fuera necesario, también con las palabras.

No hay testimonio sin una vida coherente.

Hoy no se necesita tantos maestros, sino testigos valientes, convencidos y convincentes, testigos que no se avergüencen del nombre de Cristo y de su Cruz ni ante leones rugientes ni ante las potencias de este mundo.

Seamos hombres hijos de Cristo que propagamos.el evangelio y mostramos el amor del Único Dueño de la vida y Pastor de las almas. Cristo!
Sepamos ser bálsamos para la vida de los fieles

Que la Virgen Santísima los cuide
Bendiciones 🙏🙏🙏
+ José Luis